La cultivación de perlas de agua dulce se realiza hoy en día a un nivel muy alto. Las granjas especializadas utilizan métodos modernos que permiten obtener perlas regulares, brillantes y resistentes. Una perla de agua dulce suele formarse mediante la inserción de un pequeño núcleo en el tejido blando del molusco – el núcleo es relativamente pequeño, lo que favorece la formación de una gruesa capa de nácar que da a la perla solidez y durabilidad.
Las perlas de agua dulce suelen medir entre 3 mm y 13 mm, y en ocasiones incluso más. Las perlas de hasta 7 mm son delicadas y sutiles, las de 7–9 mm son una opción versátil para el uso diario, mientras que las de 10–13 mm destacan por su tamaño y un aspecto lujoso.
Para su clasificación se utiliza el siguiente sistema de calidad:
- A – perlas de menor calidad, con más irregularidades superficiales y menor brillo.
- AA – calidad media, con buena forma, brillo correcto y solo pequeñas imperfecciones.
- AAA – la más alta calidad de perlas de agua dulce, muy brillantes, con mínimas imperfecciones y forma regular.
A pesar de su belleza y calidad, las joyas de perlas de agua dulce siguen siendo accesibles en precio. Así, se invierte no solo en brillo, sino también en una tradición que puede lucirse cada día. Toda mujer debería tener al menos una perla de agua dulce – una joya que combina elegancia, naturalidad y valor.
Somos especialistas en joyas con perlas y estaremos encantados de ayudarle a elegir. No dude en ponerse en contacto con nosotros – por correo electrónico, teléfono o a través del chat en esta página.