Cómo distinguir una perla falsa de una auténtica

¿Qué debe tener en cuenta para invertir su dinero en una auténtica joya de perlas y no en un sucedáneo barato de aspecto similar fabricado industrialmente? Le recomendamos los siguientes procedimientos para determinar la autenticidad de las perlas. Si los sigue, podrá comprar perlas cultivadas auténticas con total garantía.

Compre a vendedores verificados

En primer lugar, recomendamos comprar joyas con perlas a joyeros y especialistas en perlas verificados. Después, tómese su tiempo para realizar la compra usted mismo. En el caso de las compras por Internet, asegúrese de conocer las opiniones y experiencias de los clientes con la tienda en cuestión. Fíjese también en el historial de la tienda, cuánto tiempo lleva en el mercado, si publica los términos y condiciones, la política de devoluciones y si garantiza la devolución del dinero. La sede de la empresa o la tienda o establecimiento también deben ser localizables. Desde luego, no le recomendamos que compre perlas en mercados, revendedores o en Internet basándose en una oferta de precio irresistible. Evite comprar en un apuro de tiempo.

Calidad y autenticidad de las perlas

La calidad de las perlas se juzga en función de varios parámetros (forma, brillo, porcentaje de defectos naturales, etc.). Existen dos sistemas de clasificación de la calidad de las perlas utilizados en todo el mundo, AAA-AA-A o A-D (a veces denominado clasificación tahitiana). Sin embargo, la calidad de las perlas no puede medirse objetivamente, y corresponde al comerciante determinar cómo marcar las perlas. Por lo general, la perla de mayor calidad y más cara será perfectamente redonda, sin defectos naturales y con un brillo perfecto. Sin embargo, este tipo de perlas son escasas y relativamente caras. Si compra perlas tan perfectas, cualquier vendedor honrado estará encantado de ofrecerle un certificado de autenticidad de las perlas. Evite comprar perlas caras sin certificado.

La autenticidad de las perlas puede comprobarse de forma sencilla. No dé por sentado que el vendedor le permitirá cortar una perla para rastrear las distintas capas de la perla en una perla auténtica. Sin embargo, existen métodos de aficionado no destructivos con los que incluso un profano cuidadoso podría distinguir una perla auténtica de otra que no lo es.

Para distinguir una perla auténtica de una falsa, puede hacerlo principalmente con la vista y el tacto

Examine las perlas con suficiente luz. En la superficie de las perlas auténticas es posible ver pequeñas imperfecciones, superficie irregular, brillo diferente. Así que, paradójicamente, las perlas auténticas son menos perfectas - las perlas no auténticas son absolutamente perfectas en la superficie. Como las perlas verdaderas se crean en un espacio limitado, sólo tienen un cierto tamaño máximo. Las más grandes tienen algo más de 1 cm de diámetro. Excepcionalmente, el tamaño puede superar los 2 cm, y eso sólo en el caso de las perlas de los mares del Sur o las perlas Mabe. Así que si alguien le ofrece una perla de gran tamaño, o perlas de muy buena calidad sin defectos naturales, desconfíe, puede que esa perla no sea auténtica.

Las perlas auténticas se distinguen de las imitaciones por el tacto. La superficie de las perlas auténticas no es perfecta. Si el vendedor se lo permite, pruebe a frotar ligeramente la perla con el diente. En una perla auténtica, se nota la textura granulada; una perla no auténtica se desliza suavemente sobre el diente. Si no tiene la oportunidad de hacer esa prueba en el diente, al menos inténtelo con la uña: puede notar la textura fina y granulada de la superficie de la perla auténtica al pasarla. Por desgracia, incluso esta superficie puede ser imitada por la producción industrial en las llamadas perlas de concha.

Las perlas de concha (shell pearls) no son auténticas ni naturales

Algunos grandes joyeros también denominan naturales a las perlas de concha. Se trata de una denominación engañosa. Aunque se fabrican con materiales naturales, en realidad no crecen en lechos de perlas. En pocas palabras, son conchas marinas molidas, unidas con un aglutinante, moldeadas en formas perfectas (redondas, ovaladas y otras formas), y en la última etapa se les añade un recubrimiento de perla. Su aspecto y tacto son muy similares a los de las perlas auténticas de alta calidad, pero cuestan una fracción de su precio, ya que se producen industrialmente y en cantidades ilimitadas.

La superficie de las perlas de concha, al igual que la de las perlas de agua dulce, es más áspera y porosa, lo que provoca el recubrimiento perlino. La forma de identificar una perla falsa de este tipo en términos sencillos (a menos que el vendedor haya admitido que se trata de una perla de concha) es buscar pequeños defectos e imperfecciones en la forma o la superficie de la perla. Tales imperfecciones pueden encontrarse en una perla auténtica que haya sido cultivada en una fábrica de perlas. No es el caso de las perlas más finas, cuyo precio ya es tan elevado que debería exigir un certificado de autenticidad al vendedor. Otra pista puede ser el peso, las perlas auténticas son relativamente pesadas, las perlas producidas industrialmente suelen ser mucho más ligeras (puede que no note la diferencia en los pendientes, pero en los collares el peso ya es significativamente diferente).

Pida al vendedor un certificado de autenticidad de las perlas

Por supuesto, puede aumentar su confianza en que realmente está comprando joyas de perlas auténticas si pide al vendedor un certificado que confirme la autenticidad de la joya. Nuestra tienda en línea lo incluirá automáticamente con su compra.

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